martes, 12 de octubre de 2010

El mundo de los sueños, al que estamos acostumbrados acceder puede brindarnos más que escapes inconscientes de nuestra realidad cotidiana.

Hemos oído hablar de la interpretación de los sueños muy a menudo, muchos libros se publican como guía para tales enseñanzas, aún cuando se basan en simbologías universales que inconscientemente tomamos, como los arquetipos que el subconsciente colectivo manifiesta, tal como expresa el psicologo Carl Jung en sus estudios, y que de alguna forma demuestra lo conectados que estamos los seres humanos en nuestra existencia en este mundo. Pero más allá de todo eso, el mundo de nuestras experiencias interiores que vemos al cerrar los ojos cada noche nos conecta hacia el abismo de misterios que no conocemos conscientemente, en este mundo, el tiempo y el espacio parecen comportarse diferente, las leyes como las conocemos no actúan como esperamos, sin embargo, a pesar de que podemos notar todas esas irregularidades al despertarnos, no podemos notarlas mientras estamos sumergidos en esa otra realidad. ¿Cómo es posible no darnos cuenta? y más aún, ¿como es que vemos como natural las inconsistencia de nuestros sueños?
Algunos estudiosos del sueño lúcido, dice que en el momento en que podemos darnos cuenta de todas esas rarezas dentro de nuestra fase de sueño REM (las siglas en inglés de Movimiento Rápido de los Ojos) nuestro panorama del sueño cambia y se vuelve un acto creativo, tan espectacular que en un instante lo perdemos sino sabemos manejarlo, es decir, de alguna manera, podemos modificar esa otra realidad conscientemente, convirtiendo dicha experiencia en una herramienta valiosa para modificar nuestro mundo "real".
Analizando esto, si en nuestro estado de sueño tenemos a nuestro cerebro trabajando en un estado más bajo que las ondas Alfa o Theta (estado de meditación), es decir, un estado de funcionamiento cerebral de ondas Delta, (que está relacionado con el estado de sueño profundo e hipnosis) (1-3 Hz), de suma importancia en los procesos curativos y en el fortalecimiento del sistema inmunitario, y además podemos visualizar de manera consciente dentro del sueño la curación de alguna parte de nuestro cuerpo, energizándolo con imagenes positivas, crearíamos una excelente fórmula para equilibrarlo y sanarlo "mágicamente".
Cómo no recomendar, aprovechar ese tercio de nuestra vida que usamos para descansar, hacia algo más provechoso, espiritual, sublime y satisfactorio como es... la creación de nuestra propia sanación!!

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